jueves, 22 de enero de 2009

CONFERENCIA DE ISABEL MERODIO

La conferencia ofrecida por Mª Isabel Merodio de la Colina, autora del libro que hemos estado siguiendo durante la asignatura, parte importante del C.A.I., se realizó el día 15 de enero. Se nos presentó como "profesora de profesores" (incluso había dado clase a nuestra propia profesora), y tuvo la oportunidad de demostrárnoslo, a parte de por el material del que ya disponíamos.

CONFERENCIA

Isabel Merodio expuso el recorrido de la evolución del niño, su conciencia y su dibujo.
Comenzó por el nacimiento, comentando que los seres humanos, por su posición erguida, nacemos antes de tiempo, lo que entraña ventajas e inconvenientes, por ejemplo, que sólo somos capaces de identificar los colores primarios, cosa que aprovechan los fabricantes de juguetes.
El primer contacto con el dibujo es el garabateo: círculos, rayas y trazos incontrolados, al contrario que los artistas que realizan conscientemente lo que pintan. El trazo, con la práctica, comienza a evolucionar por la adopción de la prescritura, controlando los movimientos. Pronto empezarán a adquirir ideas, desde que comienzan a hablar, atribuyéndole forma a estas ideas. Se puede decir que representan lo básico, la esencia de cada una de las cosas. No representan lo que ven, sino lo que saben. Las personas serán palos verticales con brazos, bocas, o ambas cosas al mismo tiempo, dependiendo lo que entiendan a esa edad por "personas". Pero esto cambiará a partir de la concienciación, adquirida por la experiencia. Desde entonces, el proceso será el siguiente: captación, asimilación y reproducción: el niño capta un estímulo, lo asimila y conserva, para posteriormente reproducirlo.
Cuando comienza a saber de la existencia de otros individuos que le rodean, que coexisten con
él mismo, comienza el realismo idealizado, representando una linea base, sobre la que se sitúan los objetos, y una línea del cielo, situado en la parte superior del dibujo. Todo aparece en un espacio alineado y sin profundidad.

En cuanto al recorrido de los colores, el niño comienza por idealizar el color. Así, lo que idealicen por verde, tenga el tono que tenga, será coloreado del verde del que dispongan. Más tarde sí representarán los matices que capten.

El adulto tiene un papel importante en el desarrollo en esta fase de la vida. Es el que inculca, por ejemplo, el lenguaje. Debe influir, pero nunca intervenir en la evolución pictórica del niño, si no se trata de su estimulación. No debe hacerle copiar, ni malinterpretar lo que se dibuja, ya que lo observa desde su posición de adulto, y no desde la del autor, como en muchos casos le ocurrió a Isabel.

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