jueves, 22 de enero de 2009

VISIONADO

Previa a la práctica anteriormente explicada, tuvimos la oportunidad de visionar una película que trataba del campo que estamos estudiando en esta asignatura: la educación en el aula.


Llevaba por título "Rebelión en las aulas", dirigida por James Clavell, basado en una novela de E.R. Braithwaithe, y protagonizada por Sidney Poitier.


En ella podíamos observar la realidad de una clase de una escuela de la periferia de Londres, en la que los estudiantes, chicos y chicas adolescentes, de clase media-baja, se interponen entre el profesor y su misión de enseñar, entorpeciendo en todo momento el cometido de éste, incluso propiciando su huida de la escuela.
Cuando este profesor, interpretado por Poitier, llega a su destino, sus propios compañeros muestran desesperanza, desconfianza y pesimismo ante su incorporación. Creían que no podría sacar nada bueno de aquellos alumnos que no hacían más que molestar y pasar de todo. Aún así, después de un desafortunado comienzo, y a punto de tirar la toalla, el profesor Thackeray, decide que la clase que iba a impartir, no era la adecuada para esa clase de alumnos. Decide dejar a un lado todo el plan de estudios y dedicarse a bienformar a los alumnos antes de cultivarlos. Comienza por una simple lección de modales: llamar "señor (y el apellido)" a los chicos, y "señorita (y el nombre)" a las chicas. Éstos no tardan en disfrutar de la clase con calma y se preparan para la convivencia en la sociedad enfocado a un futuro no muy lejano.

En esta película, se encuentran los modelos básicos de la sociedad y, sobre todo, la relación que posee con los individuos de esa edad y ese estatus social: pertenecen a una etapa de la vida que a simple vista no es importante, al igual que la tercera edad. Además nunca podrán llegar a ser gente importante, ya que ocupan la parte más baja de la cadena social, los suburbios y la clase obrera. La sociedad les da la espalda, y ellos responden con violencia y pasividad hacia los que se la dan. La cosa cambia cuando se sienten apreciados, cuando se sienten importantes para alguien y reciben el cariño por parte del profesor, cariño del que carecen en casa o en las calles.

Ahora podemos ver esta película con perspectiva, encontrar cosas que nos podrían parecer escandalosas, como lo que dice en una de sus clases "los chicos pronto tendrán que ponerse a trabajar y las chicas a buscar marido", o lo que le dice a la otra profesora "podría enseñarle agunas clases de maquillaje a las chicas para gustarle más a los chicos". Son cosas que, en aquel momento no se planteaban como ofensivas y que, perfectamente dentro de 30 años, frases que decimos a diario, nos sonarán de lo más estridentes.

De todas formas, lo que debemos sacar en claro de la película, a parte de que en la educación se debe actuar rápidamente, es que no se le debe dar por perdido a nadie, y que la gente actúa en consecuencia de lo que le ocurre, por lo que no se deben tomar conclusiones precipitadas.

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